La comunidad científica está viendo en los últimos años como proliferan publicaciones cuyo nivel de calidad es, cuanto menos, cuestionable. Las prácticas predadoras de ciertas editoriales están siendo cuestionadas por diferentes asociaciones, organismos e, incluso, países. Estas prácticas, que se han venido produciendo de manera cada vez más frecuente en revistas, también afectan al ámbito de la organización de conferencias y congresos. Lo que en la comunidad científica se ha comenzado a denominar como “congresos fantasma” o “predatory conferences”, en inglés.

En este tipo de eventos es habitual que, a la hora de conformar los comités técnicos de programa se cuente con aquellas personas que ya habían colaborado en el pasado. Hay veces que el nombre de un investigador o investigadora aparece en dichos listados sin que haya dado su aprobación explícita. Estas prácticas deben evitarse e, incluso aunque se tome como base los comités de ediciones previas, siempre debe preguntarse a los investigadores e investigadoras que se incluyan en ellos, antes de hacer público el listado, para que acepten o rechacen dicha inclusión.

Recientemente, y sumadas a estas, han surgido prácticas que son bastante más graves. En ocasiones, y con el objetivo de incrementar la calidad científica del programa de un evento y, por tanto, hacer crecer su impacto y alcance, los organizadores han incorporado como miembros del comité organizador o, lo que es incluso peor, como ponentes invitadas a personas con las que no habían hablado previamente o, incluso, científicos o científicas que se habían negado a colaborar con el evento.

Parece claro que uno de los principales motivos para la proliferación de estas prácticas es el de obtener beneficios a partir de las cuotas de participación por parte de los asistentes al evento. Su crecimiento reciente puede deberse al hecho de que ofrecen una manera de conseguir “resultados” con un bajo esfuerzo. Advertimos también que son especialmente susceptibles de ser engañadas aquellas personas que están en las etapas iniciales de su carrera científica, en la que tienen una mayor necesidad de presentar sus resultados a la comunidad, o de mejorar sus currículos.

A pesar de que pudiera parecer que la organización de este tipo de congresos predadores (“fake”) está exclusivamente centrada en ciertas áreas geográficas (países con menor tradición científica, por ejemplo), el problema es más importante de lo que podría parecer. En un estudio de IAP de 2022 [REF1], el 4% de los 1800 investigadores que fueron entrevistados (de más de 110 países), admitieron haber participado en alguno de estos eventos (mayoritariamente sin tener conocimiento de esta circunstancia). Y un 6% reconoce que tiene sospechas de que su nombre ha sido incluido en algún evento de este tipo.

Recientemente, hemos empezado a ver situaciones relacionadas y poco deseables también en nuestro país. Nos han llegado testimonios de personas con una reputación notable que aparecen como plenarios en las páginas web de los congresos, sin que hubieran aceptado la invitación.

Desde la COSCE condenamos de manera taxativa este tipo de prácticas. Animamos a aquellas personas que puedan verse afectadas por situaciones similares a que lo denuncien de manera pública, para que entre todos consigamos ir eliminando aquellos eventos que no llegan al nivel de calidad científica (ni organizativa) deseable. Para ello, se puede usar, por ejemplo, el listado que aparece en [REF2], que enumera una serie de cuestiones concretas que pueden servir para identificar si una conferencia puede calificarse de predadora.

 

[REF1] The InterAcademy Partnership (IAP). Combatting Predatory Academic Journals and Conferences. This work is copyright of the InterAcademy Partnership (IAP) and is licensed under Creative Commons Attribution 4.0 International. The full report (in English) can be found at https://www.interacademies.org/publication/predatory-practices-report-English.

[REF2] Think. Check Attend. https://thinkcheckattend.org/check/

 

Este comunicado ha sido elaborado para COSCE por Ramón Agüero, catedrático de la Universidad de Cantabria y miembro de la Sociedad Científica de Ingeniería Telemática (SCITEL), una de las 89 sociedades científicas que forman parte de la Confederación de Sociedades Científicas de España.

La anterior información puede reproducirse parcial o íntegramente y con la obligación de citar tanto a Ramón Agüero como a la COSCE.