Presentación – Animales en Experimentación Científica
El uso de modelos animales en la investigación biomédica es esencial para el desarrollo de tratamientos ante las enfermedades y para entender cómo la naturaleza está organizada, cómo somos, cuál es el fundamento de la conducta y de nuestros sentimientos y sensaciones. Los avances en los tratamientos para males tan comunes y debilitantes como la diabetes, el cáncer, el SIDA, las enfermedades respiratorias o del corazón y las neurodegenerativas, como el Parkinson, por poner algunos ejemplos, no habrían sido posibles sin el uso de animales para investigación. Por otra parte, los avances que proporciona la investigación biomédica benefician directamente a los propios animales y la mayoría de los tratamientos veterinarios modernos son el resultado directo de la utilización de modelos animales en experimentación. La Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) suscribe el principio de que el uso de animales en la investigación es vital para el avance de la medicina, para continuar mejorando la salud humana y animal. La COSCE mantiene que el uso de animales en investigación impone la responsabilidad de cumplir unas estrictas normas de conducta y de vigilar que así se haga. La buena investigación científica requiere la justa observancia de un tratamiento ético de los animales de experimentación. Los investigadores biomédicos están de acuerdo y aplican rigurosamente el principio de las 3R según el cual han de buscar maneras de Reemplazar los animales en la investigación cuando sea factible, Reducir el número de animales utilizados a los estrictamente necesarios para obtener resultados significativos y válidos para la investigación y Refinar, perfeccionar, los métodos empleados para mejorar el bienestar de los animales usados en investigación. En los últimos años está progresando un movimiento de solidaridad con los animales que parte del respeto y garantía de su bienestar y que se ha manifestado contrario a determinadas agresiones gratuitas a los animales. Este movimiento, en su afán por proteger a los animales, cuestiona también su uso en la investigación científica. Y en sus manifestaciones más radicales está derivando en un activismo virulento que, en casos extremos, supone una amenaza directa para los científicos y sus familias, así como para los criadores y transportistas de animales para experimentación. En este contexto, y desde el respeto por los movimientos en defensa de los animales, la COSCE considera necesario:
- Mejorar la información que se transmite a la sociedad sobre el uso de animales en ciencia, explicando sus razones y proporcionando datos sobre el beneficio que la investigación ha tenido en el bienestar de la humanidad, así como informando de las estrictas normas bioéticas seguidas por los científicos a la hora de realizar experimentación con animales, con el objetivo de mejorar la actitud de la sociedad ante la experimentación animal.
- Concienciar a las autoridades del riesgo que supone no solo para el futuro de la ciencia sino también para los propios científicos y sus familias, la actitud extrema de oponerse al uso de animales en experimentación, requiriendo el diseño de políticas de control y, si fuera necesario, la modificación del código penal para enfrentar con mayor rigor el tipo de delitos en los que determinados grupos activistas contrarios a la experimentación animal puedan incurrir.
Para conseguir estos fines, los científicos deben tomar la iniciativa de informar a la sociedad, en general, y a los dirigentes políticos, en particular, sobre los beneficios de la experimentación científica con animales y conseguir involucrar a las Asociaciones de Pacientes en este esfuerzo ya que son receptoras directas del progreso biomédico y científico.
En esta línea de actuación, COSCE ha promovido un Acuerdo de transparencia sobre el uso de animales en experimentación científica en España, y promueve su firma por centros, institutos y universidades dedicadas a la investigación científica para que sirva de vehículo de información y análisis de las buenas prácticas en investigación con animales. Este acuerdo, lanzado en 2016, toma como referencia una iniciativa similar anterior, presentada por el Reino Unido en 2014, con el nombre de Concordate on Openness on Animal Research, y ha sido, a su vez, referencia para otros acuerdos similares adoptados en Portugal (2018), Bélgica (2019), Francia (2021) Alemania (2021), Países Bajos (2021), Nueva Zelanda (2021), Suiza (2022), Australia (2023) y Estados Unidos de América (EEUU, 2025).
El desarrollo del Acuerdo lo realizará, en colaboración con EARA (Asociación Europea de Animales de Experimentación), la Comisión COSCE de Estudio del Uso de Animales en Investigación Científica, creada a tal fin.
El acuerdo de transparencia se presentó en septiembre de 2016 y actualmente (11 de diciembre de 2025) se han adherido al mismo 160 instituciones. Este es el Listado de las Instituciones adheridas.


